para que las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) puedan sortear la situación de crisis que golpea a todos los sectores de la economía, para mantener el empleo y sostener la liquidez de sus clientes exportadores, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que dirige el empresario y dirigente industrial José Ignacio de Mendiguren, lanzó beneficios para sus clientes.
Según comunca la entidad, BICE destina $ 1.000 millones en líneas de capital de trabajo para mipymes . Los créditos tienen una tasa del 19% anual fija en pesos para empresas con aval de SGR o Fondo de Garantía, un plazo de hasta 12 meses con hasta seis meses de gracia y se utilizan para financiar necesidades de corto plazo. Si se necesita un plazo mas largo la también existe un crédito a 18 meses a una tasa del 24% .
Además bajó la tasa de los créditos de prefinanciación de exportaciones para clientes con líneas activas. Las mipymes podrán renovar sus operaciones a una tasa especial del 6,5% anual y las grandes empresas al 8,5%. «Las pymes exportadoras son empresas que, a pesar de las crisis macroeconómicas recurrentes de nuestro país han producido con eficiencia, son competitivas y ganaron mercados», explicó de Mendiguren y les pidió que «no bajen los brazos».
P-¿ Cuáles son las principales urgencias para el sector?
R-Hay situaciones muy concretas por el impacto de la pandemia, como pagar salarios o cubrir costos fijos. En ese sentido, desde BICE Fideicomisos y con el ministerio de Desarrollo Productivo firmamos convenios con 45 bancos, públicos y privados, para que el Estado garantice créditos a mipymes por $90.000 millones a la tasa de hasta 24% que dispuso el Banco Central para que puedan pagar los sueldos. Además, estamos ofreciendo créditos para capital de trabajo a tasa del 19 por ciento fija en pesos . Y, como las empresas tienen que sostener sus exportaciones en la medida de lo posible, también bajamos fuerte la tasa de los créditos para prefinanciación de exportaciones para nuestros clientes con líneas activas: las mipymes podrán refinanciar sus líneas a una tasa especial del 6,5% anual y las grandes empresas al 8,5%. En diciembre esa tasa estaba al 15%.
P- ¿Qué rol asumen las pymes en el contexto de pandemia global?
R-En los últimos años veíamos que el mundo estaba en vendedor más que en comprador y con la pandemia esa tendencia se va a reforzar. Por eso tenemos que preservar a las empresas, porque son un activo fundamental que tenemos para cuando pasemos la tormenta. A las pymes no hay que ayudarlas porque son débiles, sino porque sobre su fortaleza se basa todo nuestro entramado productivo y nuestro potencial de desarrollo. Las pymes exportadoras aportan al país no solo en términos de divisas sino también en competitividad sistémica de la economía: 9 de cada 10 empresas manufactureras argentinas que colocan parte de su producción en el resto del mundo son mipymes exportadoras, que despachan a más de 170 destinos una canasta de 4.400 productos a valores promedio sustancialmente más altos que las exportaciones tradicionales del país.
P-¿Cuáles cree que serán los principales cambios que experimentará el comercio global tras superar la crisis?
R-En el corto plazo hay una disrupción en muchas cadenas de valor globales, que afectan el flujo de bienes y los precios. Tenemos que seguir de cerca las que más nos afectan, como la energía y los alimentos. Más de mediano y largo plazo, el mundo probablemente salga de la pandemia más proteccionista, con más límites al movimiento de bienes y servicios. Vamos a tener que ser creativos para que nuestra prioridad absoluta sea agregar valor en todos los sectores.
P-¿En qué nivel la crisis sanitaria trastocó los planes para gestionar el BICE?
R-La misión sigue siendo la misma, la pandemia solo cambió la prioridad inmediata. No existe desarrollo nacional sin una banca de desarrollo que lo apalanque. Ahora nos toca sostener la actividad en la crisis, cuando volvamos a crecer vamos a impulsar la agenda de desarrollo: nuestra misión es ayudar al programa económico a fijar los ritmos y las prioridades y orientar la inversión en virtud de esa agenda.
P-Como uno de los impulsores de la ley de industria naval, ¿espera poder contribuir con el financiamiento para dar cumplimiento a los artículos vetados por la gestión anterior?
R-Como desarrollista es un sector que me apasiona. Tenemos una larga tradición en la industria, que fue la más importante de la región y tiene saberes acumulados de más de 100 años en la fabricación de todo tipo y tamaño de barcos. La recuperación tiene que ser paulatina y segmentada. Quizás nos lleve un tiempo volver a hacer grandes buques, pero sí podemos empezar rápidamente en el segmento de las barcazas. Por la envergadura de nuestra hidrovía, tenemos que aspirar a que sea navegada por buques nacionales. En aquel debate propusimos poner un límite temporal razonable a la importación de barcazas usadas para ir desarrollando la cadena de producción nacional, pero el oficialismo de entonces no lo aceptó. Creo que es un proyecto estratégico que el país tiene que retomar.
Por: Ana Belén Ehuletche