Más de 2500 etiquetas locales se exhibieron en la 25ª edición de ProWine, en Düsseldorf, Alemania, con 8700 botellas enviadas para conquistar paladares.
Una nueva oportunidad se les presentó a las bodegas del mundo para exponer sus novedades, durante la feria internacional de vinos y bebidas espirituosas que se desarrolló en Düsseldorf, Alemania, entre el 17 y el 19 de marzo, y la Argentina supo aprovechar el espacio dispuesto gracias al trabajo mancomunado de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici), Wines of Argentina (WofA), entes gubernamentales, y el Consejo Federal de Inversiones (CFI).
La feria, que convoca a profesionales del sector vitivinícola, marcó un récord al recibir 61.500 visitantes de 142 países, quienes accedieron a la oferta de aproximadamente 6900 proveedores de vinos y licores de 64 puntos de origen.
Desde la Argentina cerca de 150 bodegas enviaron 8700 botellas (12 toneladas) hacia Alemania, y se dispusieron en el pabellón albiceleste conformado por 440m2 ocupados por la Aaici y WofA; otros 210m2 del CFI, más los stands de marcas individuales. «Las ferias internacionales son verdaderos puntos de encuentro de importadores, productores y distribuidores de vino mundial y, por ende, auténticos escenarios para mostrarse al mundo», dijo Alberto Arizu, presidente de Wines of Argentina.
«En esta nueva edición -agregó-, continuamos el trabajo iniciado para potenciar la percepción de Argentina como un país moderno en términos vitivinícolas, afianzar el conocimiento adquirido y conquistar los paladares más exigentes».
«La participación de bodegas argentinas marcó un récord, y dio cuenta de la pujanza del sector vitivinícola», celebró Edgardo Malaroda, embajador de la Argentina en Alemania. «Hemos visto firmas muy interesantes, algunas nuevas como Casa Petrini, que ya está haciendo sus primeros contactos para vender en la gran cadena de tiendas Kaufhaus des Westens (KaDeWe – Grandes Almacenes del Oeste); vinos de regiones nuevas como los marítimos del Grupo Peñaflor, que se producen cerca de Chapadmalal -a 23 km de la ciudad de Mar del Plata-; los vinos de altura del Grupo Hess, que está instalado en Salta, a 3100 metros de altura; las bodegas del desierto de La Pampa o las nuevas que se van yendo cada vez más al sur en la Patagonia», describió Malaroda.
En tanto, Mario Giordano, gerente general de Wines of Argentina destacó que «la presencia argentina ha crecido de forma exponencial en los últimos 20 años» y señaló que «es el punto de encuentro con el trade y la prensa internacional». «Se generan nuevos negocios; este año notamos que el interés de los asistentes fue mayor y se acercaron espontáneamente varios compradores a nuestro pabellón. El gran trabajo del sector por empujar la categoría, sin dudas, impulsa este fenómeno», analizó Giordano.
Mercado atractivo
«El promedio de ingreso per cápita anual en Alemania es de 35.000 euros», apuntó Maladora para demostrar la solidez de la economía del país que supo levantarse tras ser devastado durante la Segunda Guerra Mundial y hoy goza casi de pleno empleo. «Es un país extremadamente federal, por eso la decisión es llevar la degustación de vinos a diversas ciudades», contó el canciller.
Actualmente, las exportaciones de vino a Alemania se mueven en torno a los US$16 millones por año, pero la expectativa es alcanzar los 100 millones, algo factible «si el vino argentino se da a conocer en todo el territorio», y más aún si se quitan los beneficios que poseen Chile y Sudáfrica, que no pagan aranceles a la importación.
Consolidados e innovadores
«Hace 17 años comenzamos a vender al exterior, hoy estamos entre las 30 bodegas más exportadoras, dentro de las 5 bodegas más grandes de Argentina en términos de volumen en vino y facturación», comentó Franco Falasco, cuarta generación a cargo de la empresa, y dio a conocer la meta de posicionarse entre las 10 bodegas más exportadoras del país para los próximos 10 años.
Aunque asumió que «Argentina está atravesando una crisis de consumo», sostuvo que «los momentos recesivos se presentan como oportunidad para quien hace los deberes, además, los negocios de economía de escala progresiva y sustentable son los que triunfan en el tiempo como sucede con las grandes marcas». «Desde 2013 nuestra familia está incorporando tecnología de punta y esa inversión nos permite ser eficientes en los costos, en volúmenes y obviamente crecer», añadió Falasco.
Sergio Case, enólogo de bodega Trapiche del Grupo Peñaflor, asistió para dar apoyo al sector comercial en la promoción de los productos. «Más allá de los números, del valor, del precio FOB, siempre la gente quiere hablar con el hacedor y realmente hemos recibido mucha cantidad de consultas de público de diferentes países interesados en el vino argentino», concluyó.
Por: Ana Belén Ehuletche
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